Prologo - Su Deseo De Amor

20 años después
La alarma del despertador no sonó, Joanna estaba completamente frenética llegaría tarde al trabajo por segunda vez en una semana, el sueño del ritual del solsticio de verano de veinte años atrás otra vez, tendrían unos 12 años cuando encontraron el libro, si eran unas románticas incurables habían realizado el ritual para pedir su deseo de encontrar el Amor verdadero.
Vaya falsedad, ella ya tenía 32 años y no había conocido a su amor verdadero en todo este tiempo, ningún príncipe azul con su brillante armadura montado en un corcel blanco, vaya que sí fueron ingenuas de niñas.
No es que ella no había buscado a su príncipe azul, sino que todos eran sapos vestidos desde los tipos sport, a los de saco y corbata, claro que ninguno había llamado su atención además con su cuerpo curvilíneo la novedad pasaba rápido, el tener su doctorado en historia antigua tampoco ayudaba.
Joanna había luchado mucho por no ser tan curvilínea pero definitivamente sus genes estaban hablando tan claramente como una soprano en un concierto, pero al menos había mantenido un poco el volumen de su cuerpo con constantes ejercicio pero  no se mata a dietas rigurosas, había aprendido a controlar sus comidas, había llegado a la conclusión que su cuerpo siempre seria igual.
Bueno no había motivos para seguir por ese camino de pensamientos tenía muchas cosas que hacer hoy, además de salir enseguida para no llegar tarde con sus alumnos solo ver aquellas  jovencitas con sus cuerpos de modelos y sus minúsculas ropas harían llorar a la mujer más segura sobre la tierra.
Tenía que revisar su correo se le había olvidado ayer con las prisas de las compras para el nuevo  bebe de su hermana, otro  cachorrillo a la manada ya imaginaba el discurso de su madre por los motivos por los cuales ella todavía no se había casado, no tenia novio, no conseguía un trabajo en otra universidad, y se quedaba el fin de semana con sus amigas en vez de conseguir un hombre en su vida.
No era suficiente el tener su casa, un buen auto, no tener deudas y ser suficiente con sus gatos, no pero ellos no abrazaban durante las noches frías, ni sostenían en sus brazos cuando estaba realmente abatida. Ni daban palabras de cariño y aliento. Era un desastre.
Había sido un día agotador con las clases en la universidad, la visita a casa de su hermana y si el interminable discurso de su madre por la patética vida que no tenia, marido ni hijos que alegraran su existencia vacía, ella bien podría ser su peor enemigo con tantas palabras de ánimo sobre todo lo que estaba mal en su vida. Si con su madre quien necesitaba enemigos para bajarle los ánimos.
Llevaba varios días sin revisarla la correspondencia, con eso pendiente se sentó en su sillón favorito y comenzó con el desfile de sobres como lo imaginaba cuentas, propagandas, mas cuentas o…. y este sobre raro. No definitivamente no lo había visto antes, veamos ¿una invitación para una boda, Bautismo?.
A la señorita Janna Forrester:
Lamentamos infórmale del fallecimiento de Sra. Edwina Forrester la nombro a usted como la heredera….
Edwina Forrester no recordaba a ninguna tía, que cosa más extraña a demás debía estar en  Bath en menos de tres semanas, al menos para el finalizar el curso faltaban semana y media bien podría tomarse unas vacaciones, después de todo mandaban el pasaje de avión, tenia alojamiento así que no gastaría demasiado, eso estaría condenadamente bien, salir un poco de su agobiante entorno. Además pronto seria el solsticio de verano, las chicas estarían fuera esos días, si unas mini vacaciones le sentarían de maravilla, solo tenía que averiguar sobre esta tía Edwina.

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