El Principe de sus Sueños Capitulo 2 segunda parte

Alayna decidió darse una ducha para refrescarse, había sido un día difícil, pero todo saldría bien tendía que creer no podía dejarse vencer. Se fue hacia la cocina su estomago estaba reclamando que se le había pasado la hora de cenar, no almorzó  mucho y el sentimiento de que estaban en peligro no ayudaba a sus nervios destrozados.
Pero al entrar en la cocina en la puerta del refrigerador haría una nota de Anne:
Conociéndote es posible que no se te haya ocurrido comer nada, te prepare algo está en el horno.
Besitos Anne.
Sintió las lagrimas acudir a sus ojos, Anne había sido un apoyo en los momentos más difíciles, siempre estaba para escuchar no las presionaba sobre el infierno que eran sus vidas. Pero sabía que aunque no padeció en carne el secuestro, los sentimientos de su gemela fueron el propio, el dolor, la impotencia de saberse en manos de un sádico que estaba dispuesto a todo.
Sintió ahogarse con los recuerdos, la presión en su pecho iba en aumento solo cerrar los ojos era una tortura, era como mirar una película de horror donde eras parte del público y la victima al mismo tiempo. No necesitaba palabras con su gemela, pero había ocasiones en que se dormían juntas, como cuando las pesadillas por haber perdido a sus padres eran insoportables, pero saber que se tenían la una a la otra era todo lo que importaba en esas horas.
Ellos nunca ocultaban el amor que se tenían ni lo que sentían por sus hijas, siempre les contaban como se conocieron, la propuesta de matrimonio tan original organizada por su padre, los lugares que visitaron antes de tenerlas a ellas. Fue insoportable saber que no volverían a verlos, solo estaban ellas contra el resto del mundo.
No supo que estaba llorando, hasta que el teléfono la saco de sus oscuros pensamientos, pues su voz no salió firme.
-          Hola.
-          Podría hablar con la señorita Alayna Mactyre, habla el Teniente Sam Hamilton.
Sam Hamilton, su pinta de chico malo era difícil de olvidar para cualquiera que lo viera la primera vez, hasta su voz es sexy, le gustaba el hombre, era de esos que te pone la carne de gallina con imaginarlo en cualquier papel de acción.
-          Soy Alayna, teniente que puedo hacer por usted. – solo de pensar en las posibilidades hizo que un poco de su inquietud disminuyera un poco, pero sabía que no era solamente una llamada social, la había estado visitando desde el incidente y suponía que el trato formal se debía a algún asunto oficial.
-          Temo que tengo malas noticas señorita Mactyre, Jack Hayes se escapo del sanatorio donde estaba recluido. – su corazón comenzó a latir con fuerza no podía ser posible, ese loco suelto, ellas podían estar en peligro.
-           ¿Cuándo se ha escapado?- el hombre se había quedado callado, como esperando su reacción.
-          Hace una semana, estaba ingresado en la enfermería y nadie se dio cuenta que ya no estaba en el sanatorio, hasta esta mañana.
Ese loco, estaba en la calle y las podía atacar en cualquier momento, no podía ser posible esperaba que ya pudieran superar esa parte de su vida, el vaso que tenía en la mano se le resbalo haciendo un su sangre se le helara.
-          Señorita Mactyre ¿Pasa algo?  Esta usted bien. – el hombre parecía realmente preocupado.
-          Si aquí estoy teniente, pero como es posible que hayan dejado escapado a semejante moustro y ni siquiera darse cuenta desde hace una semana. ¿cree que correemos peligro no es así?
-          Si señorita Mactyre, hemos movilizado a todo el departamento de policía para poder dar con él, y proporcionarles vigilancia permanente.
No fue necesario que siguiera los dos sabían que iba por ella, quería terminar lo que comenzó con Deider, estaban en peligro no podía ser posible que tuvieran que revivir la angustia de no saber cuándo atacaría él.
-          Podía enviar unos agentes enseguida teniente, estoy sola en la casa mi hermana y los demás salieron al cine, la única compañía que tengo es Ely.
-          Si señorita Mactyre los patrulleros van para su casa inmediatamente, trate de localizar a su hermana que todos esperen en la casa, asegure puertas y ventanas, tenga el teléfono a mano, tengo que quedarme en la comisaria hay muchas cosas que hacer.
-          Si gracias teniente esperare a los oficiales.
-          No se preocupe todo saldrá bien.
Colgó no podía seguir escuchando nada mas, tenía que localizar a alas demás debían regresar inmediatamente, las manos le temblaban por el esfuerzo de marcar el celular de Anne o  a cualquiera, estaban apagados pero quien apaga un celular en una emergencia.
Calma tienes cosas que hacer, sigue intentando es posible que estén congestionada las líneas, si eso tenía que ser, Ely estaba fuera no podía salir tendría que esperar que regresara de su paseo. Mantente cuerda no pierdas la calma.

-          Es mi día de suerte – pensó el hombre- ella está sola, esta vez será mía y nadie podrá detenerme.
Recordaba cómo fue tener a la otra, poder saciarse con su cuerpo, humillarla sentir su sufrimiento.
Se excito solo con el pensamiento de poseer a la que era suyo por derecho, esta vez no se le iba a escapar. Nadie lo detendría.
La vio moverse por la casa, mirando por la venta y moviendo de un lado para otro. Tenía que actuar rápido antes que no pudiera hacer nada..
Un ruido bajo trajo su atención, la perra estaba cerca pero venia preparado para sacarla de su camino.
-          ¿quieres salir de aquí? – le había preguntado un hombre en la enfermería.
Solo había asentido con la cabeza, no lo había visto entre el personal del infierno donde estaba recluido todo por  culpa de esas mujeres, ellas eran de él su propiedad pero habían decido encerrarlo, pero él no estaba loco para estar con esa gente.
-          Ven conmigo- lo siguió, pero los guardia no hacían nada por detenerlo así que había comprado a  los guardias para poder escapar, cuando estuvieron fuera el extraño volvió a halar- haz lo que tengas que hacer.
Y con esas palabras despareció, pero ellos había pasado por los vestidores del personal había tomado ropa y dinero, para poder ir tras sus mujeres.
No podía disparar al animal, si corría o ladraba alertaría a cualquiera de su presencia sus planes se arruinarían lo mejor sería sedar a su actual problema. Le dispara un dardo tranquilizante y se quedo tendida cerca de la puerta.
Con lentitud se acerco a la casa a comprobar que no había nadie, ella debía estar en la segunda planta, así sería mucho más fácil entrar y tenerla.
Consiguió abrir la cerradura de la puerta volver a cerrarla con llave, se movió sin hacer ruido, escuchando donde podría estar su propiedad, ella sin duda estaba en las habitaciones, pero esperaría a que bajara y le enseñaría que no debió apartarse de su lado.
Deider solo miraba la pantalla pero su mente estaba tratando de deslumbrar lo que llevaba varios días en lo que decían sus instintos, corrían grandes peligros eso lo sabia pero su poder había sido empujado a un lugar muy lejano, en su impotencia por no haber podido evitar el desastre de la muerte de sus padres, ni el de Antonio.
Pero eran tan pequeñas al perderlos que todavía tenía problemas para desarrollar su don, su padre quería que ellas estuvieran preparadas para cualquier eventualidad, practicaban todos los días por varias horas, hacían practicas juntas o por separado.
Su corazón sangraba al recordar el accidente ellas estaban vivas porque sus padres las habían protegido. Pero entre los recuerdos su corazón se acelero y se le helo la sangre, sentía que algo estaba muy mal. Lo sabía, Alayna corría grave peligro, tenían que irse ya si querían llegar a tiempo.
Eso las ponía a todas en grave peligro pero no iba a dejar a su gemela sola, sabía que Alayna había tomado parte de su dolor en el infierno, ella no podía hablar todavía de lo ocurrido, pero no era presionada por nadie y sola una vez tuvo que enfrentar los recuerdos, no estaba preparada todavía no.
-          Margo debo irme – dijo a la pelirroja sentada a su derecha.
-          Todavía va por la mitad la película – si a Margo le pareció extraña su petición no pareció molestarla.
-          Alayna está en peligro tengo que irme.
Las demás habían escuchado y prestaban ya toda su atención a Deider.
-          Está bien pero yo voy contigo, no puedo dejar que vayas sola, Alayna se molestaría que lo hiciera. – sabía que había sonado mal, pero no podía dejarla ir en el estado que se encontraba- voy con Deider si quieren terminen de ver la película.
Cuando ellas se levantaron para irse Anne, Laurie, Stephanie  hasta el pequeño Nick, las siguieron. Pero fue Laurie la primera en hablar.
-          Iremos con ustedes, recuerda ustedes lo han dicho somos una familia.
-          Están seguras podría ser peligroso – dijo observando a Nick.
-          No te preocupes sabremos cuidarlo, ahora vamos.
No era la primera vez que pedía salir antes de algún lugar, pero esa vez todas sabían que algo andaba mal, Deider estaba demasiado inquieta, su rostro estaba pálido no la habían visto así en mucho tiempo. Es como si ella estuviera en trance y horrorizada de algo que solo ella sabía.

Había revisado todas las ventanas de la segunda planta dejando su habitación para el final, observo su cama, aseguro las ventanas y sobre su tocador estaba la foto de sus padres sonrientes el día de su boda, seguía la foto de sus padres sosteniéndolas después del parto, la ultima foto era de ellos riendo en la playa, el ultimo recuerdo de sus padres.
Su corazón dio un sobresalto, recordar era abrir una vieja herida que estaba sanando pero se abría para dejar escapar todo lo malo que todavía quedaba en su interior y dejar que sanara.
Se acerco a la ventana sentándose en la silla favorita de su madre, cerró los ojos y evoco el recuerdo de amante, necesitaba mucha fuerza en esos momentos evocar traía un poco de sosiego, su cuerpo estaba tenso, su respiración irregular, sabía que  había algo mal en la casa tenía que tener mucho cuidado. El teléfono le facilito la tarea de no seguir pensando.

Se encontró en un lugar extraño, estaba una zeny observando la noche, estaba algo oscuro pero podía ver que ella es hermosa, no como su minnar pero aun así llamaría la atención de cualquiera, su cuerpo mostraba tensión y muchas cosas que no podía descifrar, no podía escuchar nada de lo que la rodeaba, tenía un aparato en una de sus manos, cuando hablo por el se miraba realmente aliviada.
De repente ella comenzó a moverse la siguió no podía quedarse donde estaba pero ella no parecía darse cuenta de su presencia, ella se paraba en habitación a observar y tocar los cristales. Unas costumbres bastante extrañas, continuo con su recorrido prestando atención a todo lo que le rodeaba, toda era muy diferente.
Bajo por las escaleras un ruido pareció asustarla se movió a una pared tomo un objeto extraño y se abrió. Al otro lado había un njeri que ella inmediatamente rodeo con sus brazos, de su pecho surgió un ronco gruñido, pero fue algo involuntario el no podía comprender su reacción era una zeny extraña que le importaba a quien pudiera mostrar su alegría.
Hablaba con el muy rápido, el hombre la rodeo con sus brazos y se dieron un beso suave, una rabia tremenda se apodero de todo su cuerpo, como si lo que estuviera viendo no era lo correcto él quería agarrar a ese intruso y hacerlo pedazos.
Pero mientras la pareja estaba abrazada algo paso porque el njeri comenzó a caer manchado de sangre, ella comenzó a gritar y fue agarrada del cabello por alguien a quien no pudo ver. Todo se fue haciendo cada vez más difuso hasta que no quedo nada.
Su corazón latía muy deprisa, pero quien era la pequeña zeny de su visión, ella estaba realmente estaba en un gran peligro.  Pero tenían una misión que cumplir, al momento lo supo era su misión.
La princesa los necesitaba en esos momentos tenían que darse prisa si querían llegar a tiempo a rescatarla, corrió por los pasillos de la nave hasta a la habitación de los controles.
El comandante Bacius observo la llegada del príncipe, el se miraba realmente alterado, algo había pasado para que el gran Principe Brontz apareciera como un dweil nuevamente.
-          No disponemos de mucho tiempo, el peligro está acechando a las princesas – anuncio con voz ronca, parecía que había estado gritando – tenemos menos tiempo del que pensamos.
Todos observaron al Príncipe, era muy rara las veces en que alguien de la familia real tenia visiones pero si su Anhen Peare era poderosa el vínculo era compartido.
-          Llegaremos a tiempo Brontz, no hay porque alterarse – el Príncipe Hadien, observo a su barleni no era bueno que observaran al futuro rey en un estado de descontrol.
Eso pareció calmarlo, pero nadie dijo mas nada. Observando cómo se acercaban a su destino.

2 comentarios:

  1. Hola wapa ¿como estas? ains ps es la prime vez que paso por aca, retomando un poco el blogger y tal, porq lo tuve abandonado un monton de tiempo U_U me encanta el tuyo :D y tratare de leer tu historia en cuanto tenga un tiempito libre. Y mira que siempre cumplo lo que digo =P
    Queria decirte tambie que he subido un fan fic a mi blog y que oJala lo puedas leer. Te sigo:D

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  2. Gracias... ya le heche una ojeada a tu blog me encanta,, ahi nos estamos viendo, estoy algo molesta hoy mi conexion ha sido un completo desastre.... asi que estoy trabajando en la historia

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