Observación

100 preguntas locas sobre sexo, Sedúcelo con tu perfume, Las curvas son sexys,
¿Qué provoca las Rabietas masculinas? Cachorritos + chicos Hot,  sus secretos mas íntimos al descubierto, los que les pasa por la mente... cuando están solos
Jajajajja si por cuál de todos esos interesantes artículos tendría que comenzar, o sería mejor ir directamente a la sección de salud no está de más informarse verdad, oh no estaba muy segura de cual comenzar a leer, todos y cada uno era más interesante que el anterior o el siguiente.
Oh  Sofía lo pagaría tenía que planear una venganza para su hermanita por el descaro de haber ocultado su querida Cosmopolitan y perder 3 horas de lectura constructiva, una buena reprimenda no funcionaria, no es que le importara que ella las leyera a escondidas una vez que ella misma las había leído de cabo a rabo, pero cada vez que regresaba a casa, era peor que un agente de aduanas registrando sus maletas pero claro que ella poseía  la habilidad de no dejar rastros de su saqueo.
Siguió pasando las páginas leyendo los encabezados de cada sección. Hasta llegar a Cachorritos + Chicos Hot, ohh ssii los cachorritos están divinos y los chicos con esas sonrisas sexys aahhhh era todo un deleite para los ojos. Quien fuera un cachorrillo en esas fotos, solo para ser mimada por uno de esos chicos de portadas, porque en la vida real en verdad eran muy escasos o serian que eran una especia en peligro de extinción.
Sus ojos se habían cerrado, tenía muchas cosas en las que preocuparse, pero el cansancio gano la batalla hasta estar completamente dormida.
“Ohh diablos será mejor que me de prisa estoy retrasada con la tarea que tengo para mañana, y no he comenzado siquiera..
Con mucha pereza se había levantado del sofá donde había estado ojeando la revista, llevando sus brazos por encima de la cabeza y estirando los músculos del cuello, doblo su cuerpo en dos, subió nuevamente, espirar, exhalar, y fue directamente al escritorio al otro lado de la habitación, había comenzado con la búsqueda de la información de su clase de psicología y todavía quedaba mucha información que leer y resumir.
Había pasado ya una hora, pero sentía cierta incomodidad… se sentía como si alguien la observara sabía que no  había nadie más en casa, sus padres habían salido a una reunión de la iglesia, Sofía había sido invitada a una pijamada de sus amigas del instituto, sus dos hermanos llegarían dentro de tres semanas para celebrar el aniversario de sus padres, pero aun así la sensación era cada vez mas abrumadora, no se sentía en absoluta cómoda.
Observo todo muy detenidamente y se quedo quieta por si escuchaba algún ruido, tenía el teléfono a mano por si le tocaba llamar a la policía, la sensación se fue tal y como había llegado, pudo respirar tranquila y siguió con su trabajo.
 Pero  la sensación regreso poco después, pero  esta vez era demasiado fuerte para seguir ignorándola  debía revisar para estar tranquila, se levanto de la silla en la que  estaba cómodamente sentada, fue directamente a las ventas que daban a la calle  de enfrente, la iluminación era perfecta observo detenidamente cada detalle por si se le escaba algo pero no ahí no había nada,  ni siquiera los cuidadores de perros dando un paseo de última hora.
 Girando sobre sus talones fue hasta la cocina y encendió las luces del patio pero como sospechaba nada fuera de lo común hizo un examen aun mas minucioso ahora de la piscina, las tumbonas estaban en sus sitios, nada entre los árboles, ni detrás de los rosales de su madre, presiono los interruptores de la luz del pequeño kiosco mas allá al final de la vereda ahí tampoco había nada.
Tendré que dejar por un tiempo las películas, mi mente me están jugándome una muy mala pasada últimamente, se encogió de hombros  apago todos los interruptores nuevamente, deshaciendo el camino de vuelta al escritorio.
Al paso de uno hora sintió nuevamente la sensación de ser observada, la sensación venia de la parte del jardín izquierdo donde estaban los rosales, observo detenidamente atreves de los cristales de las ventas pero no consiguió ver nada fuera de lo normal, decidió no seguir martizándose con lo que no podía ver tenía un trabajo que terminar y mucha tarea por hacer. Se concentro en el trabajo tanto como pudo y olvidándose de todo lo demás.”
La primera  noche que regresaba a su casa desde hacía 2 años y debía soñar con esa primera vez en que su mundo dio una vuelto al revés. Se envolvió en las sabanas del sofá cama del estudio de su padre, al parecer no parecía poder dejar  el asunto que pensaba había olvidado hacía ya  6 años,  la sensación había sido esporádica pero siempre en lugares con mucha gente y no tan fuerte como hasta ahora.
No  encontraba ninguna explicación lógica o moderadamente racional, solo pensamientos ilógicos sobre un fantasma voyerista,  los maratones de películas de terror a los que todavía era una aficionada, también estaban los vampiros, hombres lobo, por supuesto los demonios, pero eran cosa de los libros fantasiosos, también cabía las posibilidad de las leyendas urbanas pero  hasta ahora no encontraba nada ni remotamente parecido a lo que ella había vivido por algunos años, también cabía la posibilidad de los extraterrestres eso si la hizo sonreír.   
Si debía dejar a un lado las teorías conspiratorias sobre sí misma, pero tenía que ser fuerte o terminaría obsesionada con ello nuevamente.
Era más fácil decirlo que hacerlo pues la  sensación era cada vez mas fuerte pero nada se movía sus ojos recorrieron todo el estudio hasta que observo detenidamente atreves ventas hacia el  jardín pues de ahí era de donde procedía la sensación que se hacía cada vez más fuerte como si algo le llamara, pero no podía detenerse a pensar en eso.
Impulsada por una fuerza extraña se  levanto del nido tibio y acogedor en el que estaba, abrió las ventanas corrediza saliendo al cálido ambiente que era esa época del año, se acerco a investigar hasta llegar a la piscina, en esta ocasión al contrario de muchas si pudo distinguir la silueta de un hombre vestido de negro de los pies a la cabeza, con el reflejo de la luna su cabello brillaba con un tono azul, sus ojos eran… su cabeza estaba inclinada y las sombras no dejaban apreciar su color, era alto sus 1.80 de estatura o mas era nada en comparación con la suya de 1.65, su cuerpo por el contrario no podía apreciarlo llevaba una capa que llegaba por encima de los zapatos.
Ella por el contrario solo llevaba encima la vieja camiseta de su hermano Rick debajo nada, su pelo castaño estaba suelto y caía en risos alborotados hasta la cintura,  tenía la cara sonrosada del sueño interrumpido, sus ojos color ámbar observándole cautelosa, su cara en forma de corazón estaba un poco mas redondeado por el peso ganado después… no debía pensar en él mas se había prometido no hacerlo.
Pero por increíble que pareciera no tenía miedo algo la impulsaba a sentir cierta calma, sentía como si de algún modo se conocieran.
   Hola —tenía que saber quién era.
   Hola — contesto él a su vez. Tenía una voz muy ronca, exudaba peligrosidad y un magnetismo casi animal que parecía rodearle constantemente.
   ¿Te  conozco? —su voz salió menos firme de lo que creía.
El negó con la cabeza y se aproximo a ella muy lentamente, como si temiera que si lo hacía muy rápido ella se asustara, al llegar cerca alzo una de sus manos, por lo que pudo ver era una mano grande con dedos largo, palmas anchas que eran del doble de las suyas. Toco suavemente su mejilla.
—No, pero pronto me conocerás —su voz parecía un tono más grave ahora. Su pelo en efecto era negro como las alas de los cuervos casi azul por el reflejo de la luna — Soy Valrick Princesa.
— ¿Tú sabes mi nombre? —el afirmo moviendo muy lentamente la cabeza, después de unos interminables minutos el respondió.
—Sí, mi Princesa Kytzia, porque eres como tu nombre un Lucero en la mañana.
No debería haberse sorprendido pero lo hizo, el seguía con su mano recorriendo  su mejilla, sus ojos la hipnotizaban, sus piernas se sentían inestables, su corazón pareció haberse saltado un latido, el bajo la cabeza hasta que sus bocas se encontraron en un simple beso de reconocimiento lento y sensual en ese momento sus piernas no parecieron sostenerla, con un rápido movimiento el rodeo su cintura sin interrumpir el beso que había alcanzado matices puramente sexuales.
Su cuerpo parecía estallar en llamas, sus pechos se sentían hinchados y pesados, esa parte entre medio de sus piernas comenzó a humedecerse como no lo había hecho antes por el simple contacto de un beso. Su respiración era cada vez más pesada, sus cuerpos estaban tan estrechamente unidos que sentía cada musculo del  cuerpo de valrick  rozar de forma sensual al suyo, se sentía caliente e intimidatoriamente fuerte, su miembro viril que hasta hacia unos momentos estaba en reposo cobro vida hasta un tamaño que le asusto.
Dejo escapar un gemido que el hombre aprovecho para profundizara si todavía era posible el  beso, sus cuerpos se habían convertido una segunda piel de uno al otro, sus terminaciones nerviosas parecían volverse locas con cada minúscula parte en la que sus cuerpos se tocaban. Sus brazos en algún momento rodearon el cuello de Valrick, al igual que sus piernas rodearon la cintura del hombre.
Unos pequeños golpes en su hombro hicieron que lentamente abriera los ojos, su cuerpo todavía estaba excitado, su boca se sentía hinchada por los besos recibidos, su piel ardía por la pasión contenida, estaba exhausta de todas las veces en que las expertas caricias de Valrick la hicieron estallar en sensacionales orgasmos.
Se tardo unos minutos en los cuales su cerebro procesaba quien le estaba llamando y donde se encontraba en esos momentos. 
Cuando sus ojos se acostumbraron a la claridad reconoció a su madre, quien preocupada la observaba sentada en la tumbona al lado de donde ella estaba acostado y con una manta cubriéndola.
— ¿Te encuentras bien hija? — su madre nunca cambiaria seguía tratándola como una niña de 1 año. Solo sonrió por la comparación en verdad no era una niña hacía muchos años.
—Si mamá.
Su padre había salido por la puerta de la  cocina y se acerco a donde ellas estaban junto a la piscina, el también parecía extraño esa mañana. No recordaba en algún momento haberlos visto tan preocupados.
  — Solo quise observar el amanecer —quería de alguna forma tranquilizar a sus padres, eso sería comportarse con la mayor naturalidad que posible.
Pero la mirada que cruzaron entre ellos la desarmo, era algún tipo de mensaje compartido.
   Princesa será mejor que te prepares, tus hermanos están a punto de venir por ti, te hayas arreglado  o no para la excursión al lago —su padre le sonrió triste.
   Gracias papá ahora mismo corro a remediar el problema.
Se levanto de la tumbona sosteniendo todavía la manta como si fuera un chaleco salvavidas, no quería incomodar a sus padres pues de algún modo la camiseta con la que cubrió su cuerpo la noche anterior se había esfumado en medio de la pasión  se acerco a sus padres les dio un beso a cada uno.
Su corazón se detuvo un momento observo a sus padres sus manos unidas, no era que no hubiera visto una muestra tan pequeña de cariño entre ellos, era la tristeza con que la observaban, como si temieran que ella desapareciera de un momento a otro, sonaba absurdo pero eso fue lo que percibió.
Pero debía de estar teniendo alguna laguna mental momentánea por la pasión de la noche anterior, decidió dejar de lado por el momento su preocupación y prepararse para disfrutar de toda la familia. La venganza contra Sofía quedaría relegada para otro día.
 Las promesas susurradas por Valrick todavía resoban en su inquieto corazón. Y su voz sensual prometía muchos placeres sensuales que compartirían cuando volvieran a reencontrarse después del crepúsculo.
El crepúsculo traería consigo una sorpresa, el que no lo sabía pero algo había cambiado no estaba segura pero su corazón canto porque conocía la respuesta y una tenue sonrisa se dibujo en sus labios, el amor es como cada uno  de los sueños que todos anhelamos en la profundidad de nuestro ser.

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