Su Deseo De Amor Capitulo 1 - Primera Parte

Al parecer la querida Tía Edwina como la catalogo su madre, era una pariente lejana de su padre, una prima solterona que no se comunicaba con sus parientes por ser una ermitaña, en estos días increíble, pero al parecer no tenia comunicación con ningún familiar.  No la culpaba ella misma desearía hacer lo mismo en unas cuantas ocasiones.
Así que con eso en mente organizo todo lo pendiente, despedirse de las chicas, dejar su casa asegurada y sus gatos al cuidado de un amigo al que los animales sin dudad adoraban. También dejar los planes preparados para el próxima semestre fue agotador, planes, libros, programación de temas a explorar, los feriados, exámenes, trabajos a impartir, si termino más agotada pero estaba lista para esa nueva aventura.
Había hablado con  el abogado para confirmar la hora de su llegada y cuando seria la lectura del testamento para poder hacer un poco de turismo por la ciudad.
El abogado fue de lo más amable con sus explicaciones, que podía tomar todo el tiempo que quisiera pues al ser la única heredera podía tomar posesión de lo que le pertenecía cuando ella lo deseara. Pero lo que la dejo no fue lo de ser la única dueña de todo, sino la voz más sexy que había escuchado hasta ahora, ronca, misteriosa solo imaginarse una cara y un cuerpo a esa voz, era una de las experiencias más excitantes para cualquier mujer.
Cuando arribo al aeropuerto estaba tan cansada que ni siquiera podía decir cómo diablos salió del avión ni nada más. Solo se alegraba de haber llegado, no disfruto observando su paseo por la ciudad, ni siquiera del lugar que sería su refugio en las próximas, porque planeaba quedarse unas cuantas semanas, para aprovechar en algo el viaje. Así podía disfrutar de las tensiones de vida vacía.
Si el aeropuerto fue una variedad de imágenes como llego a su habitación fue todavía un misterio, pero aun así no se preocupo dejo  las maletas de lado de la puerta,  se quito la ropa quedándose únicamente en bragas, no quería perder tiempo buscando su camisón, consiguió que su madre le endosara 3 maletas que  contenían la ropa apropiada por si se encontraba con algún posible, como fue que lo llamo ah sí “idiota, ciego o interesado como para fijarse en alguien como ella”.
Tomo su bolso de mano se dirigió al baño, cepillo su cabello trenzándolo hasta llegar a su cintura, se cepillo los dientes, regreso a la habitación y se metió en la cama durmiéndose enseguida, había comido algo ligero, pero lo que su cuerpo le pedía a gritos era poder descansar,  olvidarse de todos y cada uno de sus problemas.
Tuvo un sueño ligero sin interrupciones sin luna, ofrendas, hadas y promesas de encontrar amor. Durmió un día completo solo interrumpido brevemente por la señora dueña del alojamiento, tal la pobre mujer pensó que su huésped mas reciente muriera en una de sus habitaciones.
Pero aun así su sueño fue reparador, estaba lista para un poco de exploración y hablar con el abogado.
Se había duchado, arreglado y estaba lista para ir a hablar la señora Adele, quien podría guiarla  para visitar los lugares más interesantes de Bath. Cuando la vio bajando por las escaleras le regalo una sonrisa tanto podía ser como de alivio como de bienvenida.
-          Buenos días señora Adele – le sonrió a la mujer mayor que en su juventud ha de ver sido toda una belleza.
-          Buenos días querida, ¿espero que hayas podido dormir bien? – pregunto con una sonrisa un tanto cómplice.
-          Si muchas gracias, hacia bastante tiempo no tenía un descanso tan no sé si decirle enriquecedor, pero estoy como nueva – volvió a sonreír-  quisiera que me ayudara me gustaría conocer un poco de la ciudad y tal vez podría aconsejarme que lugares me podrían interesar.
-          Claro querida será un placer ayudarte, por cierto llamo el Sr. Esmont, para saber si ya habías regresado del mundo de los sueños – rio divertida – ese hombre tiene la voz más sexy que haya escuchado – solo inclino la cabeza para estar de acuerdo – se reunirá contigo si es posible pasado mañana.
-          Me parece bien así tendré el tiempo para estar más consciente de mi misma, de lo que he estado en las últimas horas.
-          Lo sé querida, no quise molestarte con eso, pero tuve que ver que estuvieras bien, no había visto a nadie dormir tanto como tú.
-          Si lo sé pero fue agotador prepararme para este viaje.
 Ya habían llegado al comedor un lugar muy acogedor con una gran mesa en el centro de la habitación, cuadros campestres adornando las paredes, candelabros de platas colocados en varias mesitas, parecía sacado de esas películas del tiempo de regencia, solo le faltaban los sirvientes con libreas esperando para servir en cada uno de los deseos de las personas reunidas en ese espacio.
La señora Adele regreso con una bandeja, con rodajas de paz recién hecho según el olor que le llegaba, mantequilla, un bol con frutas, y dos tazas para el té, si era exactamente como pensó que sería.
-          Espero que no te importe que te acompañe mientras desayunas – le dijo pareciendo algo preocupada.
-          No, así hablaremos de lo que podría visitar – se sentaron pero primero tenía que darle una mordida a ese suculento pan – mmmm esto sabe como ambrosia, no había probado algo tan delicioso en mucho tiempo.
La señora se ruborizo por el cumplido, eso quería decir que era ella la que cocinaba, ahora que lo penaba no había visto a nadie más en la casa.
-          Gracias querida me alegra mucho que sea de tu agrado.
-          No lo diría sino fuera cierto, hay alguien más hospedado en la casa – no podía dejar de preguntar estaba inquieta, de ser una incomodad para su anfitriona.
-          No querida tu eres la única huésped en mi casa, pero no te preocupes no eres ninguna carga todo lo contrario, me hará bien tener alguien joven viviendo bajo mi techo, yo conocí mucho a tu tía Edwina éramos grandes amigas, es una pena que haya tenido que morir sola.
-          Sí, pero debo decir que no sabía que tuviera ninguna tía viviendo en bath, mi padre murió cuando yo era todavía una niña.- el recuerdo de su padre todavía dolía demasiado era el único que la entendía, fue él quien le enseño a amar todo sobre el mundo antiguo  y creer en la magia.
-          Lo siento tanto mi querida, debió haber sido muy duro para ti.
-          Si lo fue.
Siguió comiendo en silencio, recordando estar sentada junto a su padre mientas le contaba, sobre Alejandro Magno, Aquiles, Julio Cesar, Atila, y muchos otros que habían formado parte de sus juegos infantiles.
Observando las pinturas que la rodeaban se fijo en una en particular, eran una pareja ya mayor entrando en los cincuenta, el artista capto el amor que fluía en la pareja. Adele capto su mirada.
-          Ellos fueron uno de los dueños de la propiedad Harry y Lilah Jameson, el era profesor en Ethon, nunca tuvieron hijos, siempre me imagine que serian unos excelentes padres.
-          Si imagino que lo serian, se ven tan amables, me gusta el cuadro capta el amor que se tenían son sus parientes.
-          Si pero lejanos. Nuestra familia heredo su casa.
Estuvieron conversando por varias horas, hasta que decidió que era tiempo de explorar, se quedo asombrada de la casa en la que estaba su alojamiento, era cálida, acogedora y un lugar al que bien se podría llamar hogar.
Caminar pues bien merecía la pena, además estaba preparada para una aventura, fue asombroso era como estar en un libro por las descripciones solo espera ver las calesas guiadas por caballos, tuvo suerte se monto en una que recorría los barrios más vistosos y tranquilos, no le importo compartir el viaje con 2 parejas, la charla fue animada demasiado interesante como para dejarse abatir por ser la única sin compañía masculina.
Llegaron a un restaurante aprovecharon para comer y probar unos vinos deliciosos, la invitaron a ir con ellos a una de las casas señoriales que según se decía estaba embrujada. Porque no todavía hacia tenía tiempo de sobra para una última parada.
Al parecer estaban con una excursión pero no pareció molestarle a los demás una última incorporación, esta fue entretenido el camino llevaban 3 semanas juntos, visitando varios lugares según le parecieron muy interesantes.
La casa hacia donde se dirigían era imponente, estilo tudor según comento el guía tres pisos, fachada de piedra, altos ventanales rodeados de jardines muy bien cuidados, flores de varios colores y estilos, el bus aparco fuera de los portones, la caminata fue agradable, que estar observando desde una ventana, observaron a las pequeñas mariposas posando de flor en flor. El canto de los pájaros que descansaban en las fuentes.
La entrada era toda una obra de arte, las escaleras de mármol rosado  pálido, las columnas estilo imperio, la puerta grande y pesada, era demasiado para apreciarlo todo en un recorrido rápido. El hall de entrada era todavía más increíble con sillas, mesas, candelabros de pie, cuadros, unas increíbles alfombras.
Había estatuas, jarrones,  bustos, todo lo que podías pensar que tendría una casa estilo Orgullo y Prejuicio, ah si la casa de Darcy. Claro que no sabía de las maderas que estaban hechos los muebles pero todo era tan delicado, simplemente hermoso, no escuchaba lo que el guía iba explicando de las diferentes habitaciones que habían explorado. Pero observo cada mínimo detalle del decorado.
Hasta que llegaron a una amplia sala que contenía la mayoría de los retratos familiares, todos vestidos de épocas diferentes y rasgos atractivos, hombres estilo revista, mujeres hermosas, niños sonrientes con caritas redondas.
Pero le llamo la atención uno en especial el hombre era alto, musculoso le recordó inmediatamente a  Brad Pitt en Leyendas de Pasión, bueno era una de sus películas favoritas no podía dejar de pasarlo por alto, si era hermoso con su mandíbula cuadrada, sus ojos azules, su largo pelo rubio, su traje a la medida y su mirada arrogante. Fue como si el cuadro hubiera cobrado vida ante sus ojos, pues le pareció ver un tono burlón en ellos.
Pero eso era imposible era solo un cuadro con un hombre pintado, pero la sensación seguía  allí, sintió un viento frio a su alrededor como de ser observada cuando el guía continuo con su recorrido ella no presto atención  como venía haciendo desde que comenzó a nada de lo que explicaba. Porque arruinar su diversión con su nuevo Bran Pitt sabiendo quien había sido.
Siguió observando los cuadros hasta que el llego el fin de tan exquisito paseo. Se despidió de sus nuevos amigos quedando el día siguiente por la tarde volverse a reunir para recorrer otras propiedades de los alrededores.
Ceno y charlo con la señora Adele  sobre su paseo, pero se encontraba tan cansada que se durmió enseguida soñando con unos ojos azules que la observaban.

Acerca de CEB.

Comunidad de Escritores Bloggeros es una nueva Alianza (suena a película, eh?) hecha entre los Bloggescritores.
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Prologo - Su Deseo De Amor

20 años después
La alarma del despertador no sonó, Joanna estaba completamente frenética llegaría tarde al trabajo por segunda vez en una semana, el sueño del ritual del solsticio de verano de veinte años atrás otra vez, tendrían unos 12 años cuando encontraron el libro, si eran unas románticas incurables habían realizado el ritual para pedir su deseo de encontrar el Amor verdadero.
Vaya falsedad, ella ya tenía 32 años y no había conocido a su amor verdadero en todo este tiempo, ningún príncipe azul con su brillante armadura montado en un corcel blanco, vaya que sí fueron ingenuas de niñas.
No es que ella no había buscado a su príncipe azul, sino que todos eran sapos vestidos desde los tipos sport, a los de saco y corbata, claro que ninguno había llamado su atención además con su cuerpo curvilíneo la novedad pasaba rápido, el tener su doctorado en historia antigua tampoco ayudaba.
Joanna había luchado mucho por no ser tan curvilínea pero definitivamente sus genes estaban hablando tan claramente como una soprano en un concierto, pero al menos había mantenido un poco el volumen de su cuerpo con constantes ejercicio pero  no se mata a dietas rigurosas, había aprendido a controlar sus comidas, había llegado a la conclusión que su cuerpo siempre seria igual.
Bueno no había motivos para seguir por ese camino de pensamientos tenía muchas cosas que hacer hoy, además de salir enseguida para no llegar tarde con sus alumnos solo ver aquellas  jovencitas con sus cuerpos de modelos y sus minúsculas ropas harían llorar a la mujer más segura sobre la tierra.
Tenía que revisar su correo se le había olvidado ayer con las prisas de las compras para el nuevo  bebe de su hermana, otro  cachorrillo a la manada ya imaginaba el discurso de su madre por los motivos por los cuales ella todavía no se había casado, no tenia novio, no conseguía un trabajo en otra universidad, y se quedaba el fin de semana con sus amigas en vez de conseguir un hombre en su vida.
No era suficiente el tener su casa, un buen auto, no tener deudas y ser suficiente con sus gatos, no pero ellos no abrazaban durante las noches frías, ni sostenían en sus brazos cuando estaba realmente abatida. Ni daban palabras de cariño y aliento. Era un desastre.
Había sido un día agotador con las clases en la universidad, la visita a casa de su hermana y si el interminable discurso de su madre por la patética vida que no tenia, marido ni hijos que alegraran su existencia vacía, ella bien podría ser su peor enemigo con tantas palabras de ánimo sobre todo lo que estaba mal en su vida. Si con su madre quien necesitaba enemigos para bajarle los ánimos.
Llevaba varios días sin revisarla la correspondencia, con eso pendiente se sentó en su sillón favorito y comenzó con el desfile de sobres como lo imaginaba cuentas, propagandas, mas cuentas o…. y este sobre raro. No definitivamente no lo había visto antes, veamos ¿una invitación para una boda, Bautismo?.
A la señorita Janna Forrester:
Lamentamos infórmale del fallecimiento de Sra. Edwina Forrester la nombro a usted como la heredera….
Edwina Forrester no recordaba a ninguna tía, que cosa más extraña a demás debía estar en  Bath en menos de tres semanas, al menos para el finalizar el curso faltaban semana y media bien podría tomarse unas vacaciones, después de todo mandaban el pasaje de avión, tenia alojamiento así que no gastaría demasiado, eso estaría condenadamente bien, salir un poco de su agobiante entorno. Además pronto seria el solsticio de verano, las chicas estarían fuera esos días, si unas mini vacaciones le sentarían de maravilla, solo tenía que averiguar sobre esta tía Edwina.

Noche de Sorpresas

-          Disculpa. Te encuentras bien.
Al principio Clarissa apenas escucho la voz del hombre que estaba parado frente a su mesa, había tenido un día agotador, el trabajo fue un asco además de ser despedida, encontró a su novio con otra mujer en su propia cama, no tenía mucho dinero en el banco para largarse a otro lugar, lo peor de todo  era el aniversario de la muerte de sus padres.
Su corazón estaba roto, no sabía que otra desgracia mas podría soportar. Así que levanta su cara ruborizada por el llanto, sus ojos verdes sabía estarían rojos e irritados, el cabello en algún punto se había soltado de su cola a medio hacer, convirtiéndolo es una cortina de rizos negros que le llegaban a media espalda.
Hipando se concentro en el extraño que todavía esperaba una respuesta. Tuvo que hacer varios intentos para poderlo enfocar y cuando lo hizo, sintió que se ruborizaba el hombre más guapo que alguna vez le había hablado estaba parado con un rostro que invitaba al pecado y la lujuria. Ojos color chocolate que la observaban preocupados y a la vez admirativos, su pelo castaño algo largo pero prolijamente arreglado, musculoso en los lugares que poderosamente llamaban la atención, alto aunque no podía afirmar cuanto, su vestimenta consistía en unos jeans desgastados, botas, la camisa  negra que se le pegaba a su ancho pecho, haciendo resaltar su piel bronceada y la anchura de sus brazos.
Desconcertada tomo los lentes y se los coloco con mucho cuidando queriendo ganar lado de tiempo. Cerró los ojos un instante porque ahora, precisamente hoy que no estoy en uno de mis mejores momentos, le tipo mas sexy que me habla en mucho tiempo no en casi toda la vida, tiene que verme con la nariz roja pareciéndome a Rudolph, con los ojos a punto de salírseme de la cara. Oh si no podía empeorar más. Llevaba puesta una camiseta sin mangas que se la presto su amiga Monica que hacía que sus pechos desbordaran por el escote, los jeans parecían una segunda piel, mostrando la redondez de sus  caderas, así que daba el porte de ser una chica fácil. Ya había atraído bastantes miradas al bajarse del coche.
Con todas las fuerzas que fue capaz de reunir, se obligo a sonreír, sabía que a ese punto tenía que notar sus hoyuelos.
-          Si  estoy bien gracias. Hoy ha sido simplemente un mal día es todo.
-          ¿quieres que te haga compañía un rato? – o era su imaginación pero su voz salió un poco mas ronca que hace solo unos momentos.
Una rubia platinada estaba en la entrada del restaurante, haciéndole señas al extraño, cuando él la vio señalo hacia una mesa que estaba en el extremo opuesto, en la que estaban sentadas 3 parejas más conversando animadamente.
Claro genial, el tipo guapísimo tiene novia debería haber adivinado que alguien como el no estaría solo y además quiere  hacer de una obra de caridad conmigo.  Por suerte su teléfono celular comenzó a sonar, salvándola de una situación embarazosa.
-          Estaré bien, te esperan y yo necesito contestar – sabía que estaba siendo ruda pero no le importo, no estaba para conversar con nadie y menos con un tipo cuya novia parecía un conejita de playboy.
-          Si lo entiendo, espero que volverte a ver. Hasta luego.
-          Hasta luego.
La observo durante un instante y de ahí se dio la vuelta. Observo el movimiento de su cuerpo casi animal, de caderas estrechas, su trasero no había visto un trasero como ese en años.
Se reunió con las parejas y la rubia platinada, quien se le guindo de inmediato dando un sonoro beso en la mejilla, abrazándolo de un modo tan indecente que daba envidia.
Suspiro, bueno que esperabas ser tu quien estuviera abrazándolo de esa forma, no con un beso en la mejilla sino un beso sensual en esos labios que estaban para  morirse. Y recibiendo un abrazo igual hasta hacer que sus pies no tocaran el suelo así como lo estaba haciendo con la rubia.
-          Hola Clarissa, ¿estás bien? – su amiga Mónica había sido su paño de lagrimas ese día mas temprano.
-          Si estoy lo mejor que bien que podría estar, hasta tengo ganas de bailar – su amiga bufo.
-          No seas irónica sabes no te queda – volvió a suspirar – Mark a estado llamando a tu celular desde hace varias horas, menos mal que te convencí de llevarte el nuevo que tenía a mano.
-          Como siempre eres alguien precavida.
-          Que te dije de las ironías, bueno de todas formas espero que no te haya costado mucho llegar a la casa.
-          No te preocupes Mónica fue fácil. Pero estoy en Mollis no tenía ganas de cocinar y no hay mucha variedad en los gabinetes.
-          Si lo sé, pero te convendría quedarte unas semanas, mis padres no utilizaran la casa, según me dijeron hoy, llamaron para anunciar que estarán fuera otros 4 meses más de viaje. Así que no les importa que la uses.
-          Te he dicho hoy la afortunada que soy de ser tu amiga.
Había estado mirando un punto indeterminado en la pared, se había quitado los lentes no quería que le estorbaran todavía estaba irritada. Pero sus ojos traicioneros se desviaron hasta la mesa del desconocido que por casualidad la observaba detenidamente, la rubia al no tener respuesta de su compañero siguió la mirada de este hasta ella, así que para llamar su atención le paso el brazo por su hombro y le susurro algo al oído que lo  hizo reír.
Se sintió como una idiota por estar haciendo los mismos jueguitos que hacía en la escuela, cuando observaba a los chicos populares. Así que bajo los ojos hasta el pedazo de pastel de chocolate que tenia a medio comer.
-          Si es bueno que lo sepas apreciar sabes – dijo Mónica más animada – te veré dentro de algunas semanas, pero llámame de vez en cuando para saber como estas, de acuerdo.
-          Claro. Otra vez gracias
-          No tienes porque darlas. Dice Stephen que le pedirá a sus amigos que vayan a darle a Mark una paliza – rieron por la idea de Stephen golpeando a Mark y humillandolo, pues el ultima supera en estatura al novio de su amiga – recuerda no salgas a caminar de noche por los bosques y menos sola, hay lobos, aunque no hacen daño a la gente es mejor no arriesgarse.
-          Si gracias mamá, seguiré tus sabios consejos.
-          Eso espero, no me agradaría perder a mi mejor amiga porque se la como un lobo veros.
Rieron por el chiste, había resistido lo más que podía para no ver al tipo sexi pero sus ojos no obedecían, pero todos los ocupantes de la mesa parecían estar observándola, sintió que se ruborizaba intensamente, así que tomo su bolso y fue a pagar a la caja, pidiendo otras 2 porciones de pastel de chocolate para llevar.
-          Bueno te dejo querida, tengo una cita con mi galán y no tardara mucho en llegar – Mónica se quedo pensativa durante unos minutos – quisiera estar contigo hoy.
Sabía que se refería por el aniversario de la muerte de sus padres, pero era mejor para ella estar sola.
-          Gracias, pero no podías dejar tu trabajo y estar conmigo todos estos días. Además Stephen en capaz de llevarte nuevamente para que estés con el – las dos rieron.
-          Bueno si tienes razón, pero recuerda que no estás sola sí. Yo te quiero mucho.
-          Yo también te quiero amiga.
-          No te escucho, se está cortando la llamada.
-          Que también te quiero.
 Se  fue la señal, en el local se dio cuenta no se escuchaba mucha conversación, había hablado fuerte y todos la estaban observando. Solo sonrió tomo las porciones de pastel y decidió que era buen momento para que la tierra se la tragara. Se alejo lo más rápido que pudo sin voltear a ver ni una vez hacia atrás.
Ya sentada en su coche, su corazón estaba calmándose después de la vergüenza con la llamada. Ahí se dio cuenta que había dejado sus lentes en la mesa, pero no regresaría por nada del mundo a traerlos tal vez mañana podría regresar por ellos cuando no estuvieran las mismas personas.
Decidió que era una noche hermosa para estar observando las estrellas, la cabaña estaba situada en un área inmensa a la par de un hermoso lago y no había otras casas a los alrededores. Coloco una manta en el pasto, las luces del patio iluminaban los alrededores creando una atmosfera de relajación.
Se quitado los zapatos, se recostó en la manta observando la luna llena, pensando en sus padres, hacia ya  6 años que habían fallecido dejándola completamente sola, a sus 24 años había tenido que salir adelante para pagar las cuentas de hospital, el entierro, había estado trabajando en 2 lugares por algún tiempo hasta que encontró el un puesto en la inmobiliaria, pero las cosas no habían resultado como esperaba.
Así que estaba sola nuevamente, sin novio, ni ahorros y sus tíos honorarios vivían fuera del país, no tenía mucho contacto con ellos, fue demasiado orgullosa para pedirles ayuda ellos, prefería que las cosas fueran de ese modo, no necesitaba caridad.
Siguió observando el cielo nocturno, maravillándose de la calma del momento, al instante vio una estrella fugaz cerró los ojos, se concentro en pedir un deseo.
Pidió su deseo, abrió los ojos, siguió observando la trayectoria de la estrella, escucho moverse las ramas de los arboles cerca de donde ella estaba, se sentó muy lentamente observando si había algo, pero el ruido se detuvo.
-          Hola – espero una respuesta pero no hubo contestación, así que volvió a intentar – hola.
Decidió quedarse unos momentos y esperar, no tenía mucho con que defenderse aun así podía llegar fácilmente a la casa que no estaba muy lejos, por el contrario el bosque quedaba un poco más retirado. Se movieron unos arbustos de donde unos ojos reflejados por las luces.
No podía ser un gato, eran unos ojos enormes, decidió que  lo mejor era quedarse quieta, si hacia movimientos rápidos y era un animal salvaje se exponía a ser atacada, así que espero todo lo pacientemente que pudo.
El animal se iba acercando muy lentamente, hasta que llego a un punto que fue visible verle bien, era un lobo y el más inmenso que hubiera visto, aunque solo los había visto en los documentales.
De color plateado con ciertas manchas negras en sus patas, cola y cara. El animal se acerco cauteloso hasta ella, su corazón estaba desbocado pero lo único que podía hacer era observar su avance.
Estaba tan cerca que pudo observar sus ojos de un color chocolate, el animal parecía estar también observando su reacción pero como ella no se movió ni hizo ningún movimiento, el continuo su avance hasta que estuvo solo a tres pasos de donde estaba sentada.
El se sentó sobre sus patas traseras, solo observándola, su mano se movió hasta llegar cerca del hocico del lobo, no creía que tuviera otra oportunidad de estar tan cerca de uno, porque no aprovechar para tocarlo.
El animal observo su mano, abrió su hocico sacando la lengua y la lamio, se sentía áspera como cuando el gatito que tenia de pequeña lamia sus dedos  cuando le daba carne, pero esta lengua era grande y mucho más áspera. Ella rio por la sensación, el lobo solo la observo. Un gruñido bajo retumbo en el aire.
Bajo el brazo, el lobo se acerco a ella pareció estar impregnándose de su olor, olio su cuello, bajo hasta llegar al cuello bajando hasta su camiseta y ahí se detuvo, escucho su fuerte inhalación parecía estar disfrutándolo porque, el animal cerró los ojos y sorprendiéndola lamio su escote metiendo la lengua en medio de sus pechos.
Esa inesperada caricia la hizo temblar de los pies a la cabeza, el animal siguió lamiendo un seno  luego el otro, sus sentidos fueron bombardeados como ningún hombre lo había hecho antes y ahí estaba ella siendo seducida por un lobo.
Aullidos llenaron el aire, el animal se aparto de ella, siempre observándola, se escucharon mas aullidos pero él  no se movía, se acerco hasta que sus senos choco con su pecho, sus patas delanteras colocadas a la par de su cuerpo, el comenzó a restregarse en ella como si fuera un gato gigante, así que movió sus manos para tocar su pelaje el cual era áspero en algunas zonas pero suave en otras, el ser acariciada de esa forma era reconfortante.
Se acordó que a veces los animales usan el contacto físico para dejar impregnado su aroma, marcando así su territorio y los miembros de su manada. Pero eso algo que no podía estar pasando.
Los aullidos continuaron el lobo dio unos pasos atrás, la observo un momento antes de lamer su rostro, darse la vuelta antes de llegar a los arboles giro su cabeza viéndola por unos momentos, aulló a la luna y desapareció entre los árboles.
Se rio no pudo evitarlo el día había sido un caos completo, tristezas, decepciones, y al final resultaba que recibió un beso pero no de un hombre sino de un enorme lobo, tenía que estar volviéndose loca, si eso debía de ser.
Observo la luna pero que hermosa locura estaría todavía por llegar.

Hola!!!!

Llevo varios días en este capitulo espero les guste y bueno retomare la historia, no he estado en mis mejores momentos estas ultimas semanas.....

además el clima esta propicio para la inspiración..

un abrazo

El Principe de Sus Sueños, Capitulo 3 segunda parte

Deider vio la determinación en la mirada de su hermana ella no se molestaría mas, ya había tomado su decisión solo espera que no fuera demasiado tarde para ninguno de ellos.
Decidió darle tiempo, así que se fue acercando poco a poco, al ser que había convertido sus vidas en un inferno.

Sus manos estaban libres, Alayna sentía un cosquilleo en sus muñecas el tenerlas libres y con el sentimiento de que estaban llegando al final de una pesadilla ya largamente tenida.
El maldito había dejado el cuchillo en el suelo podía tomarlo acabando de una vez por todas el sentimiento de impotencia, le dolía el cuerpo de la posición incómoda a la que había sido sometida, las heridas que el bastardo había infringió a su cuerpo ardían como pequeños alfileres profundamente enterrados en su piel, la sangre seca en algunos lados daba la impresión de que había sufrido algún accidente.
Aprovecho que no la observaba para tratar de alcanzar el cuchillo, tuvo que morderse los labios para no gemir de dolor sintiendo el sabor amargo de su sangre, pero debía hacerlo no tenía otra opción.
Estaba cerca podía sentir la adrenalina del momento bombardeando su cuerpo, estarían libres solo tenía que acercarse un poco más.
Pero el bastardo había dejado de observar a Deider, Alayna suponía que quería verificar que las tenía a  las dos donde supuestamente las quería, con un grito animal se abalanzo sobre ella queriéndole quitar el cuchillo que ya estaba prácticamente en su mano.
Con un movimiento rápido lo tomo y comenzó a defenderse lo mejor que pudo pero sus brazos estaban demasiados débiles, la sangre por los movimientos tan repentinos que  había hecho comenzó de nuevo a fluir a través de las heridas.
-          Había esperado poder disfrutar de ustedes un poco más.
-          Tú no eres nadie para jugar con nosotras de esa manera – Alayna no soportaba más, estaba a punto de desmayarse.
-          Claro que lo soy ustedes son mías especialmente tu. – dijo señalándola a ella.
Con un movimiento rápido había logrado quitarle el cuchillo, una sonrisa horrible cruzaba su hermoso rostro.
-          Ahora veras como muere primero tu hermana y después será tu turno.
Se dio la vuelta hacia Deider que estaba cerca de ese loco, pero ella con las últimas fuerzas que tenía en su cuerpo, logro levantarse y caminar lo más rápido para situarse frente al hombre, solo la observo pero sus ojos  eran dos puntos sin vida.
Como es posible que  no me diera cuenta con qué clase de basura había estado trabajando años atrás, pero el tiempo de recriminaciones se estaba acabando la pesadilla tenía que terminar.
El hombre fue veloz que en cuestión de segundo se abalanzo sobre ella, podía ver la locura en los rasgos de su rostro, su brazo se  movió pero ella lo esquivo causándole un rozón en su brazo izquierdo causándole una pequeña herida que de inmediato fluyo sangre. El siguiente movimiento no pudo esquivarlo tan bien como el primero clavando el cuchillo directamente en su pecho.
El dolor era tan agudo que se quedo sin respiración por unos minutos, giro su cabeza observando el rostro de Deider sabía que había sentido su dolor tomando una parte ella misma para dejarle un poco tranquilad. Pero debía ser fuerte por ella.
-          Corre sálvate Deider – su voz era solamente un susurro.
-          No, de nada serviría, el nos quiere muertas solo conseguiría que el continuara.
Deider estaba ya detrás de ella sosteniéndola, sus lágrimas le rompían el corazón pero no había salvación, su cuerpo estaba demasiado frágil por la poca sangre que  circulaba en sus venas.
De ahí todo paso en cámara lenta, el hombre las observaba deleitándose con su sufrimiento pero buscaba algo en la gabardina que no había soltado en todo el tiempo que había estado en la casa. Alayna cada vez se sentía más débil. Tenía su corazón roto que lloro por Deider, su hermana no soportaría perderla a ella ahora que había logrado superar en parte su dolor.
Al no poder Deider lsa dos cayeron al suelo. Su hermana lloraba descontrolada acariciaba su rostro susurrándole palabras de amor, de ánimos. Pero también podía ver el odio acumulándose en ella, estaba destrozada de perderla pero no podía hacer mas nada para ayudarse.
Pero tenía esperanzas de que alguien lograra salvar a su hermana, su sacrificio no podía ser en vano después de todo, no era así.
El hombre reía aun si cabe mas trastornado después de todo.
-          Ahora nadie más podrá tocarte – sus ojos se deleitaban observándola –será el turno de tu hermana y tu podrás observar.
Se había sacado un arma de uno de los bolsillos apuntando a Deider, Alayna cerró los ojos rezando con todas sus fuerzas que alguien llegara a rescatarlas.

Brontz observo al njeri apuñalar a la pequeña zeny, un fuego recorrió sus venas nunca había estado tan descontrolado como en esos momentos, el njeri pagaría con su vida por lo que había hecho.
La princesa que había conocido fuera del edificio lo miro, en sus ojos se podía leer el odio hacia la bestia que estaba destruyendo sus vidas, también había dolor y un amor muy grande que sin su Binjak ella moriría. Pero ellas no morirían él se encargaría de que vivieran, sus mundos las necesitaban.
Con determinación apunto su arma hacia el njeri y salió para ser visible, el rostro del otro se oscureció pero una expresión fugaz paso sin poder identificarla. Brontz se dio cuenta que le resultaba familiar pero no recordaba de donde.
-          Vaya otro salvador – dijo el njeri – pero no importa ellas morirán nadie podrá quitármelas.
-          Estamos muy seguro de que eso será así.
Sintió a los demás antes que entraran en el pequeño lugar donde se encontraban, necesitaba encontrar el momento ideal para disparar si calculaba mal cabía lo posibilidad que las perdiera a ambas. Su misión estaba casi terminad, así tendría la posibilidad de encontrar a la pequeña minnar que invadía sus sueños.
Los gruñidos que se oyeron fueron tanto de los gurks y de los Príncipes, a él también le había afectado ver la escena. La Princesa acunaba en su regazo a su hermana, llorando con el corazón destrozado, con la ropa cubierta de sangre  y cubriendo el cuerpo de su hermana con una tela extraña.

Alayna observaba la escena en una especia de neblina, el hombre que había aparecido hacia unos minutos era grande tanto en el ancho de su cuerpo como de estatura, parecía a esos tipos de portada de libros románticos, este tenía un atuendo extraño que le recordaba a los caballeros medievales con su túnica larga que le llegaba al muslo, una fajón a la cintura, pero en vez de espada tenía un arma algo extraña en su mano.
Estaba decidida a observar la escena que se desarrollaba pero sus ojos se cerraban continuamente. La voz de Deider era cada vez mas alterada en su mente.
-          No cierres los ojos Alayna – su ruego era cada vez más constante – no me dejes sin ti no sería nada.
-          Debes ser fuerte Deider por mí, lo hice por nosotras.
-          No, no, no, puedo perderte a ti también, por favor Alayna no me dejes.
Sentía las lagrimas de su hermana caer sobre su rostro, pero no estaba en sus manos, el vivir o el morir ahora le pertenecía al Destino.
Escucho gruñidos como de animales que extrañamente provenían del mismo lugar donde había visto al caballero medieval. Lentamente abrió los ojos y lo que vio la dejo completamente asombrada, habían 5 hombres más vestidos de manera similar al primero, todos altos, musculosos, sexis, masculinos. No podía explicar con palabras tanta testosterona.
Cerró los ojos por momentos sus fuerzas estaban disminuyendo, la oscuridad la llamaba, seduciéndola con alivio, con promesas de que el dolor cesaría.
-          Princesa no te rendías, tienes que vivir – la voz le resultaba extrañamente familiar.
-          Papá – el hombre que estaba parado enfrente de ella, era su padre y su madre estaba junto a él.
-          Si mi pequeña princesa, nosotros nunca las hemos dejado, las hemos protegido lo mejor que hemos podido, pero hay cosas que no se pueden cambiar – ella sentía las lagrimas caer por sus mejillas – no dejes de luchar mi pequeña.
-          Recuerda que nosotros las queremos mi amor – su madre parecía radiante – lucha pequeña, hay muchas personas que dependen de ti.
-          Mama, papa, no puedo estoy muy cansada. – su madre abrió los brazos a lo cual ella inmediatamente se refugió en ellos.
-          Claro que puedes princesa, eres una guerrera recuerdas – su padre la tomo entre los brazos de su madre, abrazándola como cuando se levantaba a mitad de la noche gritando por las pesadillas constantes – no dejes que el dolor te ciegue, lucha por tu vida, ustedes son nuestro orgullo princesa. Solo relaja el cuerpo y disminuye los latidos de tu corazón, como te enseñe la última vez.
-          Lo recuerdo papa.
Al estar en los brazos de su padre, relajo su cuerpo disminuyendo los latidos de su corazón, el dolor era una molestia pequeña y los sonidos a su alrededor eran meros murmullos.